Síndrome de Parsonage-Turner

Esta página describe o replica lo que generalmente se menciona sobre el Síndrome de Parsonage-Turner o neuralgia amiótrófica en distintas fuentes científicas.
La experiencia de la asociación Scapulada sobre este síndrome, difiere en algunos aspectos de la literatura científica tradicional.
También puede consultar la guía de Radboudumc, hospital y grupo de investigación puntero en  la neuralgia amiotrófica.

El Síndrome de Parsonage-Turner es una condición rara en donde hay una inflamación del grupo de nervios que controlan el funcionamiento del hombro, brazo y mano, conocido como el plexo braquial.

Los síntomas suelen desarrollarse rápidamente sin una causa aparente y generalmente con fuertes dolores por la noche seguido de debilidad en el miembro afectado. Es difícil obtener un diagnóstico, pudiéndose retrasar varias semanas o incluso meses.

El Síndrome de Parsonage-Turner también es conocido como neuropatía o lesión del plexo braquial, neuralgia amiotrófica o neuritis braquial aguda.

A continuación exploraremos los distintos tipos existentes, cuáles son las posibles causas, síntomas, tratamientos, pronóstico y el proceso de recuperación.

¿Qué es el Síndrome de Parsonage-Turner?

Para entender el Síndrome de Parsonage-Turner es necesario comprender que es una inflamación del grupo de nervios que se encuentran entre el cuello y el hombre y es conocido como plexo braquial.

El plexo braquial es una red de nervios interconectados que tienen su origen en la raíz del cuello, pasan cerca de la primera costilla y bajan por el hombro.

Está compuesto de los cuatro nervios cervicales inferiores (C5-C8) y el primer nervio torácico (T1). El plexo braquial controla los movimientos y sensibilidad del hombro, brazo y mano.

Los nervios descritos transmiten información desde el cerebro sobre cómo mover del conjunto escapular, brazo y mano y las sensaciones de esta parte del cuerpo al cerebro. Debido al Síndrome de Parsonage-Turner, se produce una inflamación de algunos de estos nervios que altera el funcionamiento normal del hombro o brazo.

Se pueden identificar dos formas de Síndromes de Parsonage-Turner en función de su origen:

1) Ideopática
Es la tipología más común. La causa es desconocida aunque suele atribuirse a un funcionamiento anormal del sistema inmune, que lleva al ataque de las fibras nerviosas del plexo braquial, inflamándolo.

2) Hereditaria
Es una condición hereditaria debido a la mutación del gen SEPT9 en el cromosoma 17q. El progenitor que tiene el gen, tiene un 50% de posibilidades de pasar la mutación a cada descendiente (se transmite en una manera autosómica dominante).

Causas del Síndrome de Parsonage-Turner

La causa exacta que desencadena el Síndrome de Parsonage-Turner es desconocida. Aun así en la literatura científica se relaciona con los siguientes episodios :

  • Infección. Viral, por ejemplo del sistema respiratorio o bacteriana, por ejemplo neumonía.
  • Cirugías.
  • Traumas, heridas o golpes.  Aunque no necesariamente en el hombro.
  • Vacunas.
  • Algunos procedimientos médicos como punción lumbar o resonancias con contraste radiológico
  • Parto.
  • Ejercicio o esfuerzos agotadores.
  • Condiciones médicas preexistentes. Como trastornos autoinmunes.
  • Idiopática (de origen desconocido)

Según algunos investigadores, la causa del Síndrome de Parsonage-Turner es multifactorial, es decir, es necesario que coexistan unos determinados factores genéticos con otros ambientales.

Síntomas del Síndrome de Parsonage-Turner

Los síntomas del Síndrome de Parsonage-Turner varían con cada persona, nervios afectados e intensidad. Generalmente se produce un fuerte dolor en el hombro, brazo, cuello y/o mano que al cabo de semanas se transforma en debilidad o parálisis.

Alguno de los síntomas más comunes del Síndrome de Parsonage-Turner son:

  • Dolor punzante: El síntoma más frecuente del Síndrome de Parsonage-Turner es un dolor intenso y repentino. Este suele estar localizado en el hombro pudiendo irradiar hacia el cuello, brazo, y/o mano. Generalmente afecta a un solo hombro (con mayor prevalencia del derecho)  pero puede afectar a los dos simultáneamente. El dolor es más intenso con los movimientos y por la noche.
  • Debilidad: A medida que el dolor va desapareciendo con los días o semanas, aparece la parálisis o debilidad muscular, generalmente con la atrofia de los músculos afectados. Esto en muchos casos produce la famosa escápula alada que da nombre a esta página.
  • Entumecimiento: Si está afectado alguno de los nervios sensoriales, es probable que también se sienta entumecimiento y alteraciones sensitivas.
  • Dificultad para respirar: En algunos casos (solo el 5%) el diafragma se ve afectado, con lo que se puede tener dificultad para respirar.
  • Edad: Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, niños incluidos, la mayor parte de los casos se producen en personas en la década de los 30/40.
  • Sexo: La variante ideopática del Síndrome de Parsonage-Turner tiene mayor prevalencia en varones, con un ratio aproximado de 3 a 1. El Síndrome de Parsonage-Turner hereditario tiene una incidencia similar por sexo.

Diagnóstico del Síndrome de Parsonage-Turner

Generalmente, el Síndrome de Parsonage Turner o neuralgia amiotrófica es difícil de diagnosticar ya que suele confundirse con un dolor de cuello o problema en los manguitos rotadores del hombro.

El diagnóstico suele ser diferencial y su doctor le pedirá estudios de resonancia magnética y electromiogramas (EMG).

Tratamiento del Síndrome de Parsonage-Turner

El tratamiento del Síndrome de Parsonage-Turner varia dependiendo de los síntomas de cada persona.

El objetivo inicial es reducir el dolor. Una vez conseguido esto, es necesario empezar con un programa específico de terapia física para recuperar el rango de movimientos.

Medicación

El dolor inicial normalmente es constante e intenso, con lo que para controlarlo su doctor le recetará distintos medicamentos analgésicos. Estos incluyen opiáceos, antiinflamatorios o medicación para el dolor neuropático.

En algunos estudios se cree que la toma de corticoides orales como prednisona ayuda a reducir la inflamación y el dolor y llevan a un mejor pronóstico de la enfermedad. Por ello se recomienda, si no hay contraindicación, iniciar una pauta de 60mg/día de prednisona durante 7 días y pauta descendente de 10mg/día hasta suspender el tratamiento.

Fisioterapia

El primer objeto es mantener el dolor bajo control, para tan pronto como sea posible, empezar con una terapia física o fisioterapeuta específica en el Síndrome de Parsonage-Turner. Los objetivos de esta son:

  1. Mantener y mejorar el rango de movimientos. Inicialmente mediante ejercicios pasivos. Estos los realizará su fisioterapeuta o usted mismo con el brazo no afectado.
  2. Recuperar la fuerza. Una vez el dolor esté controlado y la movilidad sea adecuada, es necesario empezar con los ejercicios de fortalecimientos y estabilización escapular para recuperar la fuerza y el control de la articulación del hombro

Su fisoterapeuta podría indicarle también tratamientos de frío o calor o equipos TENS (transcutaneous electrical nerve stimulation) para ayudar a mejorar el dolor.

Cirugía

Si los síntomas no mejoran durante mucho tiempo, su doctor puede recomendarle cirugía de distinto tipo. como descompresiones nerviosas o transferencias  de nervios o tendones.

Recuperación y pronóstico del Síndrome de Parsonage-Turner

La recuperación del Síndrome de Parsonage-Turner varía mucho entre individuos. Algunas personas tendrán únicamente un episodio y otras tendrán diversas recurrencias. La recuperación será completa en algunos pacientes y en otros en cambio seguirán con dolor/debilidad muchos años-

En la literatura científica tradicional se establece que en la mayoría de los casos la recuperación es completa o casi completa. Normalmente, el dolor inicial remite a las pocas semanas, pero la movilidad y la fuerza tardará meses en recuperarse.

Esta cree que alrededor del 80% de los pacientes con Síndrome de Parsonage-Turner tienen un recuperación completa en los primeros 2 años, y el 90% durante el tercer año. Esta recuperación depende de muchos factores entre los que están la edad, la severidad de los síntomas o la tipología de la neuritis.

Sin embargo, los estudios recientes indican que el porcentaje de recuperación es menor y que en muchos casos, esta no es completa. También indican que tanto la incidencia como la tasa de episodios recurrentes es mayor de lo pensado. Aun así, hay que tener en cuenta que la muestra de estos estudios está sesgada por la severidad y recurrencia de los casos.

Para más información puede acceder a la sección de “Estudios”.